Categorías de Alertas

La categoría de Alertas incluye 3 subcategorías.

• Alerta por Deslizamiento: El IDEAM utiliza un modelo de seguimiento y pronóstico de la amenaza diaria por movimientos en masa, el cual tiene como base el Mapa Nacional de Susceptibilidad o propensión del terreno a presentar movimientos en masa y los registros de precipitación diaria como agente detonante de dichos eventos (BEV, 2021, pág. 9). Estos son los niveles (BEV, 2021, pág. 11):

ALERTA ROJA	Para tomar acción	Advierte a los sistemas de prevención y atención de desastres sobre la amenaza y efectos adversos que puede ocasionar un fenómeno sobre la población, el cual requiere la atención inmediata por parte de la población y de los cuerpos de atención y socorro. Se emite una alerta solo cuando se identifica un evento extraordinario que indica una probabilidad de amenaza inminente y cuando la gravedad del fenómeno implica la movilización de personas y equipos, interrumpiendo el normal desarrollo de sus actividades cotidianas.
ALERTA NARANJA	Para prepararse	Indica la presencia de un fenómeno. No implica una amenaza inmediata, se cataloga como un mensaje para informarse y prepararse. El aviso implica la vigilancia continua ya que las condiciones son propicias para el desarrollo de un fenómeno sin que se requiera permanecer alerta.
ALERTA AMARILLA	Para informarse	Es un mensaje oficial que difunde información. Por lo regular se refiere a eventos observados, registrados o reportados y pueden contener elementos de pronóstico a manera de orientación. Difiere del aviso y de la alerta por sus características pasadas y futuras, y por lo general su objetivo no es alertar sino informar.

• Alerta por Avalancha o creciente súbita: El IDEAM hace el seguimiento del comportamiento hidrológico en los principales ríos del país con lo cual se generan los boletines hidrológicos diarios donde se establecen de acuerdo con las condiciones de los ríos los siguientes niveles de alerta (BAT, 2021, pág. 13):

ALERTA ROJA	Para tomar acción	Advierte a los sistemas de prevención y atención de desastres sobre la amenaza y efectos adversos que puede ocasionar un fenómeno sobre la población, el cual requiere la atención inmediata por parte de la población y de los cuerpos de atención y socorro. Se emite una alerta solo cuando se identifica un evento extraordinario que indica una probabilidad de amenaza inminente y cuando la gravedad del fenómeno implica la movilización de personas y equipos, interrumpiendo el normal desarrollo de sus actividades cotidianas.
ALERTA NARANJA	Para prepararse	Indica la presencia de un fenómeno. No implica una amenaza inmediata, se cataloga como un mensaje para informarse y prepararse. El aviso implica la vigilancia continua ya que las condiciones son propicias para el desarrollo de un fenómeno sin que se requiera permanecer alerta.
ALERTA AMARILLA	Para informarse	Es un mensaje oficial que difunde información. Por lo regular se refiere a eventos observados, registrados o reportados y pueden contener elementos de pronóstico a manera de orientación. Difiere del aviso y de la alerta por sus características pasadas y futuras, y por lo general su objetivo no es alertar sino informar.

• Alerta por Erupción Volcánica: Si un volcán empieza a presentar cambios respecto a su estado normal, los observatorios determinan si aquellos cambios son suficientes como para subir o no el nivel de actividad volcánica. (BEV, 2021, pág. 19):

ALERTA ROJA	Erupción inminente o en curso	El volcán está en erupción y puede presentar cambios durante la misma, por lo que el tiempo de preparación y respuesta es muy corto.
ALERTA NARANJA	Erupción probable en término de días o semanas	Los cambios en la actividad volcánica son más frecuentes y pueden sugerir una erupción en los siguientes días o semanas; puede haber explosiones o expulsión de material volcánico cerca de la boca.
ALERTA AMARILLA	Cambios en el comportamiento de la actividad volcánica	El volcán empieza a presentar cambios. Pueden registrarse un gran número de sismos, algunos de ellos sentidos; cambios en la forma del volcán; ruidos; olores de gases volcánicos, emisiones de cenizas, entre otros, que pueden alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia volcánica.

Adicional, los Decretos de calamidad son el resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios eventos naturales o antropogénicos no intencionales que al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia, la prestación de servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida en las condiciones normales de funcionamiento de la población, en el respectivo territorio, que exige al municipio, distrito o departamento ejecutar acciones de respuesta a la emergencia, rehabilitación y reconstrucción (Ley 1523 de 2012). (UNGRD, 2017, pág. 33)